Levantarme a las seis y medio ha sido matador. Encima después de que la noche anterior no había dormido apensas porque... ¡no sé dormir en saco! Es horrible de4 verdad, espero acabar acostumbrándome.
Al principio del camino yo pensaba que moría. Me quedaba sin respiración y sin fuerzas. Lo único que pensaba era en volver a Palencia o en subirme a la furgoneta. Yo creo que lo único que me daba fuerzas para seguir era ver que los demás también avanzaban poco a poco y sobretodo por amor propio. No podía pararme y quedarme atrás. No me quería rendir y empecé a dar pasos más grandes y firmes y en ese momento, cada paso que daba me ayudaba a dar el siguiente paso. Perdí a mis amigos y amigas. Ya no estaban pero seguía para delante tanto como que acabé al principio y mi mejor compañía era el bastón, conocía mis propios compañeros y acabé riéndome con gente que durante el curso casi ni había hablado con ellos. Me ha gustado el día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario