Siempre que nos han hablado del Camino de Santiago, nos han dicho que es una experiencia preciosa que te ayuda a replantearte tu vida desde cosas pequeñas hasta cosas que pueden dar un vuelco si das un paso en falso. Antes de todo nos preguntaron que si íbamos a hacer el Camino por motivos religiosos o no religiosos. Yo elegí la opción religiosos porque, aunque no soy creyente, mi abuelo lo era y para mí era una persona importante que perdí cuando era pequeño. Y él sí que era creyente.
El Camino creo que me ayudará a pensar en la opción que escogeré para mi futuro ya próximo.
Después de todo lo que tenemos luego, las fiestas, los exámenes... nos ayudará a pararnos y pensar en lo que tenemos y cómo somos en realidad, detrás del maquillaje y toda esa ropa cara... a saber cómo es la gente y de lo que somos capaces de hacer por ti o por los demás.
Si no hubiera decidido hacer el camino siempre me habría quedado la duda de lo que podía haber descubierto. Espero que esta experiencia me ayude a descubrirme.
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